MANGLARES DEL SALADO, PATRIMONIO NATURAL DE GUAYAQUIL

Al amanecer se cuentan por decenas las aves que emprenden vuelo y alteran la quietud. Ellas duermen y se alimentan entre las cinco especies de mangle que hay en la Reserva de Producción Faunística Manglares del Salado.
Sus aleteos se escuchan al navegar las aguas del estero, salvo cuando la embarcación se acerca a alguna de las camaroneras que pre­dominan en el sitio, e inevitablemente se oye el ruido de las bombas de agua.

La Reserva forma parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador desde el 15 de noviembre del 2002. Es además parte del Patrimonio Natural de la ciudad de Guayaquil.
Dentro de la misma se registran 48 especies de plantas. Seis, se encuentran relacionadas directamente al bosque de manglar, dos a salitrales y 40 a pequeñas formaciones de bosque seco.
El biólogo Sebastián Alvarado, jefe del área protegida, explica que ahora también abarca a la zona urbana. Así, comprende desde el área de cuarentena (a 1 kilómetro del Puerto Marítimo), hasta el sector de La Alborada. Incluye a Tres Bocas.
Manglares del Salado es el hábitat ideal para la alimentación y descanso de nueve especies de aves migratorias.


También están el suburbio, Puerto Liza, Isla Trinitaria, Urdesa, Mapasingue, Puerto Hondo… Esto permite ahora ejercer controles sancionadores contra quienes contaminen  el estero.
El 75% de la vegetación es manglar. El resto es un parche de bosque seco. En la Reserva, a la que se accede por Puerto Hondo, km 17 vía a la Costa, se puede practicar deportes como  el kayak.

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